Detalles
Los detalles inundan mi vida. Soy consciente de ello, y no quiero evitarlo. Se que la mayoría de las veces, para un observador extraño, pueden parecer niñerías o delirios de alguien que no está del todo bien de la cabeza, de esos a quienes les falta “estabilidad emocional”, pero vuelvo a repetir que no me importa.
Hoy mismo estaba en una cafetería, sentada, observando la calle. No miraba ni a nada ni a nadie en particular. Solo me fijaba en pequeños detalles a los que nadie más a mi alrededor prestaba atención; había un gorrión intentando llevarse una miga de pan, una persona en un cuarto piso limpiando los cristales, otra más abajo fumando un cigarrillo acodado en la ventada, un taxista impaciente en doble fila esperando un cliente, una madre arrastrando a su hijo, que intentaba coger todas las hojas secas que había por la calle, un chucho sin correa que olisqueaba todos los árboles y bancos, su dueño, más preocupado de la muchacha con la que iba que del perro, un anciano dando un paseo tranquilo y despacio, tanto, que se le arremolinaban en los pies hojas de periódico y tenia que detenerse para quitárselas, el vuelo de esas hojas por toda la acera junto al parque, la lluvia de más hojas secas que provocaba una racha un poco más fuerte de viento, el juego de luces y sombras que componían las nubes volando deprisa encima de la ciudad, un mosquito que revoloteaba enfrente mío al otro lado del cristal, buscando un lugar al que agarrarse….
Era consciente de que tantas cosas ocurrían a la vez, y de que era incapaz de fijarme en todas ellas. Y nadie más lo hacia.
Esto me pasa muy a menudo. Siempre que voy andando por la calle intento observarlo todo, los coches, los edificios, las personas, los colores, incluso los ruidos, los olores…. Intento componer en mi cabeza la imagen más completa del conjunto, porque sé que para alguno de mis escritos la voy a necesitar.
También, a veces, mi mirada se cruza furtivamente con la de algún otro que observa lo mismo que yo, y me doy cuenta de que no estoy sola. Es un instante fugaz, porque nuestros caminos se separan tras ese instante. Pero gracias a él, durante el resto del día, no puedo dejar de sonreír.
....quién intento ser?
Comentarios
En todo caso, un buen escrito. Enhorabuena ;)
Está usted poniéndose el listón muy alto caballero, dentro de poco no nos conformaremos ni con lo mejor... que lo sepa.
Cojonudo, como siempre.
Bufff!! No doy una!!
Un saludo!!
Voy a tener que hacer una lista de los que me quedan por probar.
Pero más allá de eso te ha quedado genial el texto :)
Saluditos
¿es ella?